"Vive cada día a plenitud. Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de tu vida. Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé tu mismo. Pero sé lo mejor de ti mismo. Ten valor para ser diferente y seguir tu propia estrella.
Y no tengas miedo de ser feliz. Goza lo bello. Ama con toda el alma y el corazón. Cree que te aman aquellas personas a quienes tu amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda lo que ellos hayan hecho por ti. No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que tu le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible. Luego olvídala. El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Y sobre todo, recuerda que Dios ayuda a quienes se ayudan y a sí mismos. Obra como si todo dependiera de ti y reza como si todo dependiera de Dios!"