Seguir este Blog

viernes, 10 de enero de 2025

Poliquistosis renal

La poliquistosis renal (PQR) es un trastorno renal que se transmite de padres a hijos. En esta enfermedad, se forman múltiples quistes en los riñones, lo que aumenta su tamaño.

Causas
La PQR se transmite de padres a hijos (hereditaria). Las dos formas hereditarias de PQR son autosómica dominante y autosómica recesiva.
Las personas con PQR presentan múltiples racimos de quistes en los riñones. Se desconoce el factor exacto que desencadena la formación de quistes. Medicina Biológica Especializada le enseña sobre la poliquistosis renal o riñones poliquísticos.
La PQR está asociada con las siguientes afecciones:
Aneurismas aórticos
Aneurismas cerebrales
Quistes en el hígado, el páncreas y los testículos
Divertículos del colon
La mitad de las personas con PQR tienen quistes en el hígado.
Síntomas
Los síntomas de PQR pueden incluir cualquiera de los siguientes:
Sensibilidad o dolor abdominal
Sangre en la orina
Micción excesiva durante la noche
Dolor de costado en uno o ambos lados
Somnolencia
Dolor articular
Anomalías en las uñas
Pruebas y exámenes
Un examen puede mostrar:
Sensibilidad abdominal sobre el hígado
Hepatomegalia
Soplos cardíacos u otros signos de insuficiencia aórtica o insuficiencia mitral
Hipertensión arterial
Masas renales o abdominales
Los exámenes que se pueden realizar incluyen:
Angiografía cerebral
Conteo sanguíneo completo (CSC) para buscar anemia
Pruebas hepáticas (sangre)
Análisis de orina
Aquellas personas con antecedentes personales o familiares de PQR que presenten dolores de cabeza deben ser evaluadas para determinar si los aneurismas cerebrales son la causa.
La PQR y los quistes en el hígado u otros órganos se pueden detectar empleando los siguientes exámenes:
TC abdominal
Resonancia magnética abdominal
Ecografía abdominal
Pielografia intravenosa (PIV)
Si varios miembros de su familia tienen PQR, se pueden realizar pruebas genéticas para determinar si usted es portador del gen de esta enfermedad.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. El tratamiento puede incluir:
Medicamentos para la presión arterial
Diuréticos
Dieta baja en sal
Cualquier infección urinaria se debe tratar oportunamente con antibióticos.
Es posible que haya que drenar los quistes que son dolorosos, que estén infectados, que estén sangrando o causen obstrucción. Por lo general, hay demasiados quistes como para que sea práctico extirpar cada uno.
Puede ser necesaria una cirugía para extirpar uno o ambos riñones. El tratamiento de la enfermedad renal terminal puede incluir diálisis o trasplante de riñón.
Grupos de apoyo
Puede encontrar más información y apoyo para las personas con la enfermedad de poliquistosis renal y sus familias en un grupo de apoyo para enfermedad renal.
Expectativas (pronóstico)
La enfermedad empeora lentamente. Con el tiempo, puede ocasionar insuficiencia renal terminal. También está asociada con enfermedad hepática, lo que incluye infección de quistes en el hígado.
El tratamiento puede brindar alivio a los síntomas por muchos años.
Las personas con PQR que no tienen otras enfermedades pueden ser buenas candidatas para un trasplante de riñón.
Posibles complicaciones
Los problemas de salud que pueden presentarse a raíz de PQR incluyen:
Anemia
Sangrado o ruptura de quistes
Infección renal prolongada (crónica)
Enfermedad renal terminal
Hipertensión arterial
Infección de los quistes del hígado
Cálculos en el riñón
Insuficiencia hepática (de leve a grave)
Infección urinaria repetida
Cuándo contactar a un profesional médico
Comuníquese con su proveedor de atención médica si:
Tiene síntomas de PQR.
Tiene antecedentes familiares de PQR o trastornos relacionados y está planeando tener hijos (es posible que usted quiera recibir asesoría genética).
Prevención
Actualmente, ningún tratamiento puede evitar la formación o agrandamiento de los quistes.
Nombres alternativos
Quistes - riñones; Riñones - poliquísticos; Enfermedad renal poliquística autosómica dominante; ERPAD

Enfermedades de los riñones

Enfermedades de los riñones

Usted tiene dos riñones, cada uno cerca del tamaño de su puño. Se encuentran en la mitad de su espalda, justo debajo de sus costillas. Dentro de cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamados nefrones. Ellos filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre, lo que se vuelve orina. La orina fluye por tubos llamados uréteres, llegando a la vejiga, que almacena la orina hasta que usted va al baño.

La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño causa que los riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o medicamentos. Usted puede correr mayor riesgo de padecer una enfermedad renal si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún problema de los riñones. La enfermedad renal crónica va dañando los nefrones de a poco con el transcurso del tiempo. Otras enfermedades de los riñones pueden incluir:
Cáncer
Quistes
Piedras
Infecciones
Su médico puede hacerle pruebas de sangre y de orina para detectar si tiene enfermedad renal. Si los riñones fallan completamente, un trasplante renal o el tratamiento con diálisis puede reemplazar la función que normalmente desempeñan los riñones.

Absceso de riñón

 Absceso de riñón

La mayoría de los abscesos perirrenales son ocasionados por infecciones urinarias que empiezan en la vejiga. Después se diseminan a los riñones y luego la zona alrededor de estos. Una cirugía en las vías urinarias o el aparato reproductor, o una infección del torrente sanguíneo también pueden llevar a que se presente un absceso perirrenal.
El mayor factor de riesgo de absceso perirrenal son los cálculos renales, que bloquean el flujo urinario. Esto brinda un lugar para que prolifere una infección. Las bacterias tienden a pegarse a los cálculos y los antibióticos no las pueden destruir allí.
Los cálculos se encuentran entre el 20% y el 60% de las personas con absceso perirrenal. Otros de los factores de riesgo para esta afección incluyen:
Diabetes
Tener vías urinarias anormales
Traumatismo
Uso de drogas intravenosas
Algunos de los síntomas del absceso perirrenal son:
Escalofríos
Fiebre
Dolor en el costado (lado del abdomen) o el abdomen, el cual puede irradiarse a la ingle o pierna abajo
Sudores
Puede presentar sensibilidad en la espalda o en el abdomen.
Los exámenes incluyen:
Hemocultivo
Tomografía computarizada del abdomen
Ultrasonido del abdomen
Análisis de orina
Urocultivo
Para tratar un absceso perirrenal, el pus se puede drenar por medio de un catéter que se coloca a través de la piel o con cirugía. Igualmente, se deben administrar antibióticos inicialmente a través de una vena (IV). Posteriormente se puede cambiar a pastillas, cuando la infección empieza a mejorar.
En general, el diagnóstico y tratamiento rápidos de un absceso perirrenal deben llevar a un buen pronóstico. Los cálculos renales se deben tratar para prevenir infecciones posteriores.
En pocas ocasiones, la infección se puede diseminar más allá de la zona del riñón al torrente sanguíneo. Esto puede ser mortal.
Si usted tiene cálculos renales, la infección puede no desaparecer.
Es posible que necesite que le remuevan la infección por medio de cirugía.
Posiblemente sea necesario remover el riñón si la infección cede o es recurrente. Esto es poco frecuente.
Consulte con su médico si tiene antecedentes de cálculos renales y desarrolla:
Dolor abdominal
Ardor al orinar
Escalofríos
Fiebre
Infección urinaria
Si usted tiene cálculos renales, pregunte a su proveedor de atención médica sobre la mejor manera de tratarlos para evitar un absceso perirrenal. Si se ha sometido a una cirugía urológica, mantenga la zona quirúrgica lo más limpia posible.

Edema

El edema es la hinchazón causada por la acumulación anormal

de líquidos en el cuerpo. El líquido se acumula bajo la piel, dentro de los
tejidos que están fuera del sistema circulatorio. El sistema circulatorio
transporta la sangre por todo el cuerpo. Los edemas son un signo que aparece en
muchas enfermedades y se manifiesta como una hinchazón de los tejidos blandos
debida a la acumulación de líquido en el compartimento intersticial. El edema
surge si se produce un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso del
líquido de un compartimento a otro.
El edema leve suele desaparecer por sí solo, en especial si
ayudas elevando la extremidad afectada por encima de la altura del corazón. El
edema más grave puede tratarse con medicamentos que ayudan al cuerpo a expulsar
el exceso de líquido por la orina (diuréticos).
Generalmente, suele estar presente, al menos, entre 12 a 24 semanas. Se
debe tener en cuenta que la evolución y/o remisión del edema dependerá
directamente de su naturaleza, del diagnóstico precoz y del manejo terapéutico.

Arterioesclerosis

 A veces, los términos arterioesclerosis y ateroesclerosis se usan para hacer referencia a lo mismo, pero existe una diferencia entre ellos.

La arterioesclerosis se produce cuando los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y los nutrientes del corazón al resto del organismo (arterias) se engrosan y endurecen, a veces, restringen el flujo sanguíneo a los órganos y a los tejidos. Las arterias sanas son flexibles y elásticas, pero, con el tiempo, las paredes de las arterias pueden endurecerse; esta afección comúnmente se denomina endurecimiento arterial.
La ateroesclerosis es un tipo específico de arterioesclerosis.
La ateroesclerosis es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y en sus paredes. Esta acumulación se llama placa. La placa puede provocar el estrechamiento de las arterias y el bloqueo del flujo sanguíneo. También puede reventarse y formar un coágulo de sangre.
Si bien la ateroesclerosis a menudo se considera un problema cardíaco, puede afectar a cualquier arteria del cuerpo. Esta afección se puede tratar, y los hábitos de un estilo de vida saludable pueden ayudar a prevenirla.
Por lo general, la ateroesclerosis leve no tiene ningún síntoma.
Los síntomas de ateroesclerosis no suelen aparecer hasta que una arteria se estrecha u obstruye tanto que no puede suministrar suficiente sangre a los órganos y a los tejidos. A veces, un coágulo sanguíneo obstruye por completo el flujo sanguíneo. El coágulo puede desencadenar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Los síntomas de la ateroesclerosis moderada a grave dependen de las arterias que están afectadas. Por ejemplo:
Si tienes ateroesclerosis en las arterias del corazón, puedes tener dolor en el pecho o presión (angina de pecho).
Si tienes ateroesclerosis en las arterias que conducen al cerebro, puedes tener entumecimiento o debilidad repentinos en los brazos o las piernas, dificultad para hablar o balbuceo, pérdida temporal de la visión en un ojo o caída de los músculos de la cara. Esto es una señal de un accidente isquémico transitorio. Si no se trata, el accidente isquémico transitorio puede ocasionar un accidente cerebrovascular.
Si tienes ateroesclerosis en las arterias de los brazos y las piernas, puedes tener síntomas de enfermedad arterial periférica, como dolor en las piernas cuando caminas (claudicación) o disminución de la presión arterial en una extremidad afectada.
Si tienes ateroesclerosis en las arterias que conducen a los riñones, puedes desarrollar presión arterial alta o insuficiencia renal.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Enfermedades de los senos

Enfermedades de los senos

Los quistes mamarios son sacos llenos de líquido que se forman dentro de las mamas. Suelen ser no cancerosos (benignos). Es posible que tengas uno o varios quistes mamarios. Un quiste mamario generalmente se siente como una uva o un globo lleno de agua, pero, a veces, se siente firme.

Los quistes mamarios no requieren tratamiento, a menos que sean grandes y dolorosos o molestos. En ese caso, drenar el líquido del quiste puede aliviar los síntomas.
Aunque los quistes mamarios pueden aparecer en mujeres de cualquier edad, son más comunes en las mujeres antes de la menopausia; por lo general, menores de 50 años. Los quistes mamarios también ocurren comúnmente en mujeres posmenopáusicas que se someten a una terapia hormonal.
Se pueden encontrar quistes mamarios en una mama o en ambas. Los signos y síntomas de un quiste mamario son:
Un bulto redondo u ovalado, suave y fácil de mover que puede tener bordes suaves (que normalmente, aunque no siempre, indica que es benigno)
La secreción por el pezón puede ser transparente, amarilla, pajiza o marrón oscuro
Dolor en la mama o sensibilidad en la zona del nódulo mamario
Un aumento en el tamaño del nódulo mamario y sensibilidad en la mama justo antes de la menstruación
Una disminución en el tamaño del nódulo mamario y resolución de otros síntomas después de la menstruación
Tener quistes mamarios no aumenta el riesgo de cáncer mamario. Pero tener quistes puede dificultar encontrar nódulos mamarios nuevos u otros cambios que podrían requerir la evaluación de un médico. Tus senos pueden sentirse grumosos y doloridos cuando estás menstruando, por lo tanto, es importante familiarizarse con cómo se sienten tus senos durante tu ciclo menstrual. De esta forma, sabrás si algo cambia.
El tejido mamario normal a menudo se siente grumoso o nodular al tacto. Sin embargo, si sientes un nódulo nuevo en las mamas que no desaparece, se hace más grande o permanece después de uno o dos ciclos menstruales, consulta a tu médico de inmediato. Consulta también a tu médico si observas cambios recientes en la piel de una o ambas mamas.
Cada una de las mamas contiene lóbulos de tejido glandular, ordenados como los pétalos de una margarita. Estos lóbulos se dividen en lóbulos más pequeños que producen leche durante el embarazo y la lactancia. El tejido de sostén que da forma a las mamas está compuesto por tejido graso y tejido conectivo fibroso. Los quistes mamarios se desarrollan debido a una acumulación de líquido dentro de las glándulas de las mamas.
Los quistes mamarios se pueden definir según su tamaño:
Los microquistes son demasiado pequeños para sentirlos, pero se pueden observar durante las pruebas por imágenes, como una mamografía o una ecografía.
Los macroquistes son lo suficientemente grandes para sentirlos y pueden crecer hasta 1 a 2 pulgadas (de 2,5 a 5 cm) de diámetro.
Los expertos no saben cuál es la causa exacta de la formación de quistes mamarios. Pueden desarrollarse como resultado de los cambios hormonales de la menstruación.

Enfermedades del sistema urinario

 Enfermedades de la vejiga

La vejiga es un órgano hueco en la parte inferior del abdomen donde se almacena la orina. Hay muchas afecciones que pueden afectar la función de la vejiga. Entre los más comunes se encuentran:
Cistitis: una inflamación de la vejiga, en general, causada por una infección
Incontinencia urinaria: pérdida del control de la vejiga
Vejiga hiperactiva: una afección que causa que la vejiga expulse orina cuando no tiene que hacerlo
Cistitis intersticial: un problema crónico que causa dolor en la vejiga y urgencia de orinar
Cáncer de vejiga
Los médicos diagnostican las enfermedades de la vejiga mediante distintas pruebas. Estas incluyen análisis de orina, radiografías y exámenes de la pared de la vejiga con un instrumento llamado cistoscopio. El tratamiento depende de la causa del problema. Puede incluir medicinas y, en casos severos, cirugía.


¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga o la incapacidad de controlar la micción (orinar). Es una afección común. Puede variar desde un problema menor hasta algo que afecta en gran medida su vida diaria. En cualquier caso, puede mejorar con un tratamiento adecuado.
¿Cuáles son los tipos de incontinencia urinaria?
Hay varios tipos diferentes de incontinencia urinaria. Cada tipo tiene diferentes síntomas y causas:
Incontinencia de esfuerzo: Ocurre cuando el estrés o la presión sobre la vejiga le hacen perder orina. Esto puede pasar al toser, estornudar, reír, levantar algo pesado o realizar actividad física. Sus causas incluyen debilidad de los músculos del piso pélvico y una vejiga fuera de su posición normal
Incontinencia de urgencia: Ocurre cuando tiene una fuerte necesidad (urgencia) de orinar y algo de orina se escapa antes de que pueda llegar al baño. A menudo se relaciona con una vejiga hiperactiva. La incontinencia de urgencia es más común en personas mayores. A veces, puede ser un signo de una infección de las vías urinarias. También puede ocurrir en algunas afecciones neurológicas, como esclerosis múltiple y lesiones de la médula espinal.
Incontinencia por rebosamiento: Ocurre cuando la vejiga no se vacía por completo. Esto hace que quede demasiada orina en la vejiga. Su vejiga se llena demasiado y pierde orina. Esta forma de incontinencia urinaria es más común en los hombres. Algunas de sus causas incluyen tumores, cálculos
renales, diabetes y ciertos medicamentos.
Incontinencia funcional: Ocurre cuando una discapacidad física o mental, problemas para hablar o algún otro problema le impide llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, una persona con artritis puede tener problemas para desabrocharse los pantalones, o una persona con Alzheimer puede no darse
cuenta su necesidad de programar sus visitas al baño.
Incontinencia mixta: Significa que tiene más de un tipo de incontinencia. En general, es una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
Incontinencia transitoria: Es una pérdida de orina causada por una situación temporal (transitoria) como una infección o un nuevo medicamento. Una vez que se elimina la causa, la incontinencia desaparece.
Mojar la cama: Es la pérdida de orina durante el sueño. Esto es más común en niños, pero a los adultos también les puede ocurrir.
Mojar la cama es normal para muchos niños. Es más común en varones. A menudo, mojar la cama no se considera un problema de salud, especialmente cuando es hereditario. Pero si aún ocurre con frecuencia a los 5 años o más, puede deberse a un problema de control de la vejiga. Esto podría deberse a un desarrollo físico lento, una enfermedad, la producción de demasiada orina por la noche u otro problema. A veces hay más de una causa.
En los adultos, las causas incluyen algunos medicamentos, cafeína y Alcohol. También puede ser causada por ciertos problemas de salud, como diabetes insípida, una infección del tracto urinario, cálculos renales, agrandamiento de la próstata y apnea del sueño.

Orina y micción
Sus riñones producen orina al filtrar desechos y exceso de agua de la sangre. Al desecho se le llama urea. La sangre la transporta hasta los riñones. Desde los riñones, la orina llega a la vejiga por dos tubos delgados llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta que usted siente ganas de ir al baño. La vejiga se expande cuando está llena y se hace más pequeña cuando está vacía. Si su sistema urinario funciona normalmente, su vejiga puede almacenar hasta 16 onzas (177cc o dos tazas) de orina cómodamente por entre dos a cinco horas.
Usted puede tener problemas para orinar si sufre de:
Insuficiencia renal
Infecciones del tracto urinario
Agrandamiento de la próstata
Problemas del control de la vejiga como incontinencia, vejiga hiperactiva o cistitis intersticial
Una obstrucción que no le permite vaciar su vejiga
Algunas afecciones pueden causar que su orina contenga sangre o proteína. Si usted tiene un problema urinario, acuda a su proveedor de cuidados de salud. El análisis de orina y otras pruebas pueden ayudar a diagnosticar el problema. El tratamiento depende de la causa.

¿Quién está en riesgo de tener incontinencia urinaria?
En los adultos, tiene un mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria si usted:
Es mujer, especialmente después de pasar por un embarazo, un parto o la menopausia.
Es adulto mayor. A medida que envejece, los músculos del tracto urinario se debilitan, lo que dificulta la retención de orina.
Es un hombre con problemas de próstata.
Tiene ciertos problemas de salud, como diabetes, obesidad o estreñimiento prolongado.
Es fumador.
Tiene un defecto de nacimiento que afecta la estructura de su tracto urinario.
En los niños, la enuresis es más común en los niños más pequeños, los varones y aquellos cuyos padres mojaron la cama cuando eran niños.
¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria?
Su profesional de la salud puede usar muchas herramientas para hacer un diagnóstico:
Historia clínica: Incluye preguntas sobre sus síntomas. Su proveedor puede pedirle que lleve un diario sobre su control de vejiga durante unos días antes de su cita. Este registro incluye cuánto y cuándo bebe líquidos, cuándo y cuánto orina y si tiene pérdida de orina.
Examen físico: Puede incluir un examen rectal. Las mujeres también pueden hacerse un examen pélvico.
Análisis de sangre y / o orina
Pruebas de función de la vejiga
Pruebas de imagen
¿Cuáles son los tratamientos para la incontinencia urinaria?
El tratamiento depende del tipo y la causa de su incontinencia urinaria. Es posible que necesite una combinación de tratamientos. Al principio, su proveedor puede sugerir tratamientos de cuidado
personal, incluyendo:
Cambios en el estilo de vida para reducir las fugas:
Beber una cantidad adecuada de líquido en el momento adecuado
Estar físicamente activo
Mantener un peso saludable
Evitar el estreñimiento
No fumar
Entrenamiento de la vejiga: Esto implica orinar según un horario. Su proveedor elabora un horario a partir de la información de su diario de vejiga. Una vez que se ha adaptado a este horario, en forma gradual espera un poco más entre sus visitas al baño. Esto puede ayudar a estirar la vejiga para que pueda contener más orina
Hacer ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico: Unos músculos fuertes del piso pélvico retienen la orina mejor que músculos débiles. También llamados ejercicios de Kegel, estos ejercicios de
fortalecimiento implican tensar y relajar los músculos que controlan el flujo de orina.
Si estos tratamientos no funcionan, su proveedor puede sugerir otras opciones, como:
Medicamentos, que pueden usarse para: Relajar los músculos de la vejiga para ayudar a prevenir
espasmos. Bloquear las señales nerviosas que causan frecuencia y urgencia urinaria.
En los hombres, encoger la próstata y mejorar el flujo de orina.
Dispositivos médicos, incluyendo: Un catéter, que es un tubo para sacar la orina del cuerpo. Puede usar uno varias veces al día o todo el tiempo.
Para las mujeres, un pesario o un dispositivo similar a un tampón que se coloca en la vagina. El dispositivo empuja su uretra para ayudar a disminuir las fugas.
Aumentadores de volumen, que se inyectan en el cuello de la vejiga y los tejidos de la uretra para engrosarlos. Esto ayuda a cerrar la abertura de la vejiga para que tenga menos fugas. Estimulación nerviosa eléctrica, que implica cambiar los reflejos de la vejiga usando pulsos de electricidad.
Cirugía para mantener la vejiga en su posición normal. Esto se puede hacer con un cabestrillo que se fija al hueso púbico.

Anuria
La anuria es una situación caracterizada por la ausencia de producción y eliminación de orina, que, por lo general, está relacionada con alguna obstrucción en las vías urinarias o como consecuencia de insuficiencia renal aguda.
El diagnóstico es realizado por el nefrólogo o urólogo, de acuerdo a los signos y síntomas que presenta la persona, que pueden indicar alteraciones en los riñones, como retención de líquidos, dificultad para orinar o cansancio frecuente.
Además de eso, para poder identificar la causa de la anuria, el médico puede solicitar la realización de exámenes, como estudio de sangre, de orina o tomografía computarizada, por ejemplo, siendo importante para poder indicar el tratamiento más adecuado, que puede implicar la corrección de la obstrucción, colocación de un stent o realizar hemodiálisis.
La causa más frecuente asociada a la anuria es la insuficiencia renal aguda, en la cual el riñón no puede filtrar la sangre correctamente, pudiendo haber la acumulación de sustancias dañinas para el organismo, que conducen a la aparición de algunos signos y síntomas, como dolor en la parte inferior de la espalda, cansarse fácilmente, falta de aire y presión alta, por ejemplo. Otras causas posibles de anuria son:
Obstrucción de las vías urinarias por la presencia de cálculos, que impide que la orina sea eliminada;
Diabetes no controlada, ya que el exceso de glucosa puede causar lesiones progresivas en los riñones, interfiriendo directamente en su función, originando insuficiencia renal aguda, que es la causa más frecuente de anuria;
Alteraciones en la próstata, en el caso de los hombres, ya que puede provocar alteraciones en el sistema urinario, debido a la presencia de tumores, por ejemplo;
Tumor en los riñones, además de alterar el funcionamiento de los riñones, puede provocar también obstrucción de las vías urinarias;
Hipertensión, pudiendo existir a largo plazo alteración de la función renal, debido a daños que pueden ocurrir en los vasos alrededor de los riñones. l diagnóstico de anuria lo realiza el nefrólogo o urólogo, de acuerdo con los signos y síntomas presentados por la persona, que pueden indicar alteraciones en los riñones, como retención de líquidos, dificultad para orinar, cansancio frecuente y presencia de sangre en la orina cuando es posible eliminarla. En situaciones, cuando la insuficiencia ya está más avanzada y la hemodiálisis no está siendo totalmente suficiente, el médico puede indicar realizar un trasplante renal.
Además, es importante que el tratamiento para la enfermedad de origen, como la diabetes o alteraciones cardiovasculares, por ejemplo, continúen de acuerdo con la recomendación del médico, para evitar posibles complicaciones.
El tratamiento de anuria está indicado por el médico de acuerdo con la causa, signos y síntomas presentados por la persona y el estado de salud. De esta manera, en el caso de que la anuria sea causada por una obstrucción en las vías urinarias que impiden la eliminación de la orina, se puede recomendar realizar un procedimiento quirúrgico para la corrección de la obstrucción, colocación de stent y favorecer la eliminación de la orina.
En los casos de insuficiencia renal, se recomienda por lo general la realización de hemodiálisis, porque la sangre necesita ser filtrada para evitar la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo, que podrían agravar la insuficiencia renal.
Además, para confirmar la causa de anuria, el médico puede indicar la realización de exámenes de sangre, de orina, tomografías computarizadas, resonancia magnética o cintigrama renal donde se evalúa la forma y el funcionamiento de los riñones, siendo importante en el diagnóstico de la insuficiencia renal o identificación de obstrucciones, por ejemplo.

Comer demasiado azúcar causa daños graves y variados

Comer demasiado azúcar causa daños graves y variados, como obesidad, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, enfermedades cardiovascula...